“Estas páginas intentan comprender las razones de los fracasos políticos y participar en la movilización de recursos interculturales para construir alternativas.”
Néstor García Canclini
A DSDSOriundo de los centros hispanohablantes,que ya extienden a los rincones más oscuros del mundo, somos los latinos alberteños. Venimos, igual que José Martí, de todas partes y hacia todas partes vamos. En nuestras venas corre la sangre azteca y también boricua, quechua y quisqueya. Musulmanes y judíos huyendo los órdenes de expulsión, nuestros antepasados vinieron en los primeros barcos de España; mayas e incas desarrollando civilizaciones complejas, nuestros antepasados saludaron aquellos barcos. Tenemos orígenes americanos y, además, africanos, asiáticos y europeos. Vivimos una actualidad boreal en un país al que nos tenemos que adaptar y—imprescindible recordar—que debe adaptarse a nosotros.
A DSDSEn el tratamiento de los ajustes, tenemos aquí un lugar para consideraciones de la cultura actual. Desde la agricultura de los jíbaros hasta la haute culture de los urbes, la aculturación ha simultáneamente unido y dividido los pueblos. “No hay proceso evolucionista de sustitución de unas teorías por otras” afirma Néstor García Canclini en Diferentes, desiguales y desconectados: Mapas de la interculturalidad, “el problema es averiguar cómo coexisten, chocan o se ignoran la cultura comunitaria, la cultura como distinción y la cultura.com.” Aunque seamos ignorantes, igual que todos los seres humanos, no ignoremos ni los choques ni las coexistencias. Cuando somos canadienses somos también latinos, neo-latinos, casi latinos y aún no latinos involucrados en esos discursos en español.
Reconocemos que el español de las Américas es sólo uno de los multitudinarios idiomas de un hemisferio que cuenta también con poblaciones bastantes grandes que hablan francés quebequense, varias formas de inglés, criollo haitiano, maya, nahua, navajo, yaqui, neerlandés y mandarín. Las variaciones de castellano que hemos desarrollado en las Américas, sin embargo, se han extendido por un territorio extenso desde Tierra del Fuego hasta un rinconcito de la provincia de Alberta. Nunca olvidaremos los abusos que han acompañado la difusión del idioma mientras que aprovechamos las riquezas de la cultura que desarrollaron nuestros antepasados bajo los latigazos de los abusadores. Intentamos descubrir los tesoros culturales enterrados en el lodo de la historia.
A DSDSLa Guagua va por todas partes. Para los andinos, según el diccionario de la Real Académico Española, la guagua es un “niño de pecho,” es decir la primera parte de la vida. Para los antillanos la guagua proveía servicios de transporte, muchas veces a través de un sistema colectivo. Así se ve que La Guagua significa todo: una trayectoria, un trabajo comunal y un comienzo. Algunos éxitos de La Guagua dependerán de la colaboración entre la redacción, los escritores y el grupo clave: los lectores. Esperamos sus preguntas, comentarios y sugerencias.
Ya empieza La Guagua. ¡Suban queridos lectores y veamos a donde nos lleva!
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